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Dudas sobre la cobertura UM y UIM

cobertura um
Ésta no es la primera vez que hablamos sobre la denominada cobertura de automovilista no-asegurado (de ahora en adelante, cobertura UM). Sin embargo, aquellas ocasiones en donde la hemos mencionado no ha sido de manera detallada y explicativa. Esta cobertura genera muchas dudas; y nos consta, pues la mayoría de nuestros clientes no posee un conocimiento claro sobre esta cobertura.
Básicamente, son 3 las preguntas que suelen hacernos nuestros clientes sobre esta cobertura en particular:

  • ¿Es muy importante esta cobertura? ¿Debería adquirirla o no vale la pena?
  • ¿Esta cobertura me beneficiará o me perjudicará?
  • ¿Cuál es el costo de su adquisición? ¿Es muy cara?

Así pues, este nuevo artículo es un intento de dar respuesta a cada una de esas interrogantes –las cuales son más frecuentes de los que se cree-. Explicaremos los elementos centrales de esta cobertura y los aspectos básicos que todo ciudadano estadounidense (pero especialmente el ciudadano de California) debería conocer sobre ella. Asimismo, hablaremos sobre cómo funciona esta cobertura y por qué, en la mayor parte de las veces, es altamente ventajosa. Y, por supuesto, haremos mención a la cobertura de automovilista sub-asegurado (de ahora en adelante, cobertura UIM); una cobertura muy similar a la cobertura UM.

A pesar de que la cobertura UM se aplica en casi todos los Estados de la nación, y su mecánica es prácticamente la misma en cada uno de ellos, existen aspectos dentro de ella que dependerán de la legislación de cada Estado en particular. Este artículo, por ejemplo, está orientado al esclarecimiento de la cobertura UM en el Estado de California. Sin embargo, puedes informarte con este artículo independientemente de que vivas en otro Estado (por las razones que hemos mencionado hace un momento).
Empecemos.

¿Qué es la cobertura UM?

Para ponerlo de forma muy sencilla: la cobertura UM es una cláusula adicional (una cláusula Premium) de los seguros de automóviles que ofrece protección al poseedor de la póliza en caso de que sea víctima de un accidente en donde no sea responsable, sino que la culpa recaiga en un conductor no-asegurado. En resumidas cuentas, es un mecanismo de protección que te permite obtener compensación de un accidente en el que no seas legalmente responsable y donde el culpable sea un conductor que no posea una póliza.

“¡Un momento! Se supone que es obligatorio que todo conductor posea un seguro de automóviles. Eso está estipulado en la Ley. ¿Cómo puede ser posible?…” es un pensamiento que probablemente tuviste al leer el párrafo anterior. Y estás en lo correcto: la Ley de California (y la de la mayoría de los Estados, de hecho, con excepción de Nueva Hampshire y Virginia) estipula la obligatoriedad del seguro de automóviles para cualquier conductor. Sin embargo, debes tener muy en claro que la Ley es obviada por los ciudadanos en no pocas ocasiones, por lo que es frecuente presenciar casos de conductores no-asegurados.

Y lo peor del asunto es que, por lo menos en California, un conductor no-asegurado puede enfrentarse a penalizaciones considerables. Y a pesar de ello, un grueso de los conductores no posee una póliza automovilística.

¿Cuál es el porcentaje de conductores no-asegurados?

No es posible ofrecer una respuesta exacta a esta pregunta, a pesar de que podemos afirmar que el porcentaje de conductores no-asegurados es muy elevado. No obstante, el Insurance Information Institute (III) ha revelado un dato que resulta útil para entender la magnitud del problema: aproximadamente, 12,6% de los conductores estadounidenses carece de un seguro de automóviles.

Afortunadamente, el III ha desglosado esta estadística a nivel estadal, por lo que podemos conocer el porcentaje de conductores no-asegurados en cada uno de los Estados del país. En atención a los datos ofrecidos por el III, Oklahoma se lleva el primer puesto con un 25,9% de conductores no-asegurados. En el lado opuesto, Massachussets se lleva el último lugar con “apenas” 3,9% de automovilistas sin seguro.

¿Y qué sucede con los Estados donde la ley no estipula la obligatoriedad del seguro para los conductos, a saber, Virginia y Nueva Hampshire? ¿Están en los primeros lugares de la lista? Pues… aunque parezca ilógico, realmente ambos Estados están en consonancia con la tendencia general (es decir, que su porcentaje de conductores no-asegurados es casi igual que los demás Estados); de hecho, siendo más específicos, están ligeramente mejor en ese sentido que el resto de los Estados: Virginia está en el puesto 31 con un 10,1% de conductores no-asegurados, mientras que Nueva Hampshire ocupa el lugar 34 con un 9,3%.

¿Por qué esos Estados no poseen los porcentajes más altos? Para responder a esa pregunta, es necesario hacer un análisis multi-causal que escapa a los fines de este artículo informativo. Pero es posible sacar una conclusión a la luz de esas estadísticas: la obligatoriedad del seguro automovilístico no tiene incidencia en el número de conductores carentes de póliza.

¿Y en qué puesto se encuentra California a todas éstas? Según los datos proporcionados por el III, nuestro Estado se encuentra en el medio de la lista, con un porcentaje que está un poquito por encima de la media: aproximadamente, 14,7% de los conductores del Estado de California no es poseedor de un seguro automovilístico.

Visto de otra forma, 1 de cada 7 conductores de California carece de una póliza. Esta preocupante estadística también puede visualizarse de otras dos maneras: (i) si escoges aleatoriamente un automóvil en California, las chances de que el conductor no posea un seguro son de 1 en 7; (ii) asimismo, si sufres un accidente de automóvil en California, las probabilidades de que el otro conductor no esté asegurado son de 1 en 7.

Las estadísticas oficiales revelan que más de 3000 personas mueren anualmente en accidentes automovilísticos en California, mientras que otros miles son heridos, ya sea leve o gravemente. Y eso sin contar los daños a la propiedad. Entonces es preocupante que 1 de cada 7 conductores en California no esté asegurado, pues eso significa que no está en capacidad económica de resarcir el daño ocasionado.

¿Por qué el porcentaje de conductores no-asegurados es tan alto?

Supongamos este dilema (un tanto predecible): estar asegurado o no estar asegurado. Naturalmente, la decisión más racional es estar asegurado, pues si no posees una póliza, y eres legalmente responsable de un accidente, tendrás que pagar de tu bolsillo un gran número de gastos (daños a la propiedad, atención médica y un largo etcétera). En un momento dado, no podrás seguir asumiendo los costos e inevitablemente caerás en bancarrota.

Aparte, la penalización que establece la ley de California para los conductores no-asegurados es bastante disuasoria: tu licencia puede ser suspendida, debes pagar una multa y existe la posibilidad de que pierdas tu automóvil. Y no creas que estas sanciones son exclusivas de la regulación californiana: por el contrario, estas sanciones también se encuentran en las leyes de los otros Estados. Entonces, ¿por qué el porcentaje de conductores no-asegurados es tan elevado?

Existen varios motivos que subyacen a la decisión de un conductor de no adquirir un seguro. Algunos no lo contratan por mero descuido: no les otorgan mucha importancia o simplemente se les olvida. Mientras que otros prefieren mantener la mayor distancia posible de las autoridades, ya sea porque están buscados por ellas, o porque no se encuentran de manera legal en los Estados Unidos. Sin embargo, estos motivos no son lo suficientemente convincentes como para explicar el por qué un grueso de los conductores automovilísticos carece de seguro.

Realmente, el motivo más frecuente es el siguiente y es más sencillo de lo que se cree: no tienen la capacidad económica para adquirirlo. Algunos conductores se ganan la vida o su trabajo les exige la conducción de un vehículo, por lo que usualmente se ven enfrentados a los costos que supone el mantenimiento de dicho vehículo, como los costos de reparación y la gasolina. Y para estas personas, ¿qué es más importante: invertir dinero en la reparación y la gasolina; o invertir dinero en el pago de cuotas de una póliza? La respuesta es bastante obvia.

De hecho, esta afirmación de que los conductores no contratan un seguro porque no pueden costearlo puede sustentarse estadísticamente: si se observa el porcentaje de conductores no-asegurados durante la crisis financiera en el año 2008, se puede notar un aumento considerable; por el contrario, si se observa esta estadística en los períodos donde se gozó de cierto florecimiento económico, se observa una tendencia a la baja.

Por ahora, dejaremos este tema hasta aquí. Por motivos de apego a nuestro formato, no podemos extendernos más, pero hablaremos más al respecto en otro artículo. Es por ello que te invitamos a que nos sigas y estés muy atento a nosotros para que puedas estar informado.

En otra entrega explicaremos la mecánica de la cobertura UM (cómo funciona); qué es exactamente la cobertura UIM, que es muy similar a la cobertura UM; si son obligatorias u opcionales estas cláusulas; entre otros aspectos.

También te recomendamos consultar con otros profesionales en el área para que puedas formarte una opinión clara sobre la cobertura UM y la cobertura UIM. Lo importante es que, como ciudadano estadounidense, estés consciente de su importancia y los beneficios que ofrecen.

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